La directora general los definió como una herramienta eficaz para la movilización de tierras en este municipio donde ya se han promovido alrededor de 400 hectáreas. Se trata de acuerdos entre propietarios de fincas rústicas para su intercambio consensuado, con el fin de mejorar la competitividad de las explotaciones agrícolas de dichas zonas rurales.